Saga Castlevania – Clásicos

Konami no para de mandarse cagadas tratando de exprimir cada centavo de sus franquicias y dejándolas morir poco a poco. Pasaron tantos años que ya es imposible ver alguna noticia de un nuevo Silent Hill, Suikoden o Sunset Riders. Sin embargo, en su aniversario número 50, Konami sacó del baúl de los recuerdos una colección que recopila los orígenes de Castlevania: “Castlevania Anniversay Collection”. Imagínenme, fanático a morir de la saga, lo contento que estaba por tener la colección en mi biblioteca de Steam hasta que vi el precio… Me parecía totalmente exagerado por los juegos que traía.
Ahí es cuando encontré la alternativa perfecta, Konami Collector’s Series: Castlevania & Contra. Esta nos trae los cinco excelentes títulos de la época de la NES: los tres primeros Castlevania con Contra y Super Contra. Mi objetivo es hablar de la trilogía de Castlevania y quién sabe si en otro momento voy a tratar el resto de la saga.
Pero antes de empezar quiero preguntar, ¿quién hizo el diseño de esta colección? Parece que la hicieron con Word unos nenes de primaria, un desastre.
Castlevania
DESARROLLADOR: Konami
PUBLISHER: Konami
LANZAMIENTO: septiembre de 1986

Año 1691, la paz reinaba en Transilvania gracias al legendario héroe Christopher Belmont, un cazador de vampiros que logró derrotar al príncipe de las tinieblas Drácula en el año 1591. Sin embargo, cada cien años, el rey de los vampiros volvería a sembrar el caos y la destrucción en toda Europa.
Por ahí había un pibe de 22 años llamado Simon Belmont, el bisnieto del ya nombrado Christopher. Él ya sabía que al ser un Belmont y portador del mismísimo Vampire Killer, un látigo creado a través de la alquimia, su deber era traer de nuevo la paz a Transilvania matando a Drácula. Simon demostró tener unos huevos gigantes, agarró el látigo y se fue al castillo para enfrentarse a todo mal que se le interponga.
Castlevania nos deslumbra con una corta cinemática que muestra cómo nuestro héroe está por entrar al castillo de Drácula, donde vamos a enfrentar a varios monstruos que están basados en la mitología griega y en novelas de terror como Frankenstein: medusas, momias, mermans, entre otros. El juego está conformado por 6 niveles llevándonos desde la entrada del castillo, por el hall principal, un pasaje subterráneo, la capilla, siguiendo por los jardines, las cavernas hasta los aposentos del Conde. Cada uno de estos niveles vienen acompañados con unas excelentes canciones pegadizas que nos sumergen cada vez más en la travesía de Simon por todo el castillo. ¿Cómo no vas a tararear Wicked Child o Vampire Killer?
En cuanto a jugabilidad, nuestro protagonista usa su látigo para atacar y defenderse, herramienta que nos ayuda a mantener distancia de ciertos enemigos y destruir proyectiles. El Vampire Killer se puede mejorar rompiendo los candelabros que están por todo el castillo, haciendo que aumente su daño y el rango de ataque. Estos también nos van a dar armas secundarias que van a ser de gran ayuda a lo largo del juego: la daga que no sirve de un carajo; el reloj que frena el tiempo; la cruz que funciona como un boomerang; el agua bendita que hace daño continuo y “stunea” y el hacha que revienta todo dándonos la oportunidad de golpear a los que están encima nuestro. Cada una consume una cierta cantidad de corazones que se pueden conseguir rompiendo velas. SI, CORAZONES. Porque acá los corazones no son vidas, son municiones. Lo que nos regenera vida son cachos de pollo que están escondidos en la pared. Mira… yo no tengo idea de por qué Drácula guarda pollo en las paredes, pero yo le entro igual, total es comida gratis.
Estamos frente a un juego que al inicio tiene pinta ser simple, pero a medida que avanzamos nos damos cuenta que es más complicado de lo que parece. Simon es un tipo común y corriente, no tiene saltos exagerados ni puede cambiar la trayectoria de los mismos lo que hace que debamos ser sumamente precisos a la hora de saltar. El no poder hacerlo mientras estamos subiendo o bajando una escalera le da un plus a la dificultad. Con cada impacto que recibamos sufriremos knockback ¿Qué es knockback? Básicamente es cuando el personaje da un salto hacia atrás al ser herido. Imaginate que estas por cruzar de una plataforma a otra y que aparezca una medusa hija de mil putas que con solo tocarte el dedo del pie termines cayéndote al vacío obligándote a empezar el nivel otra vez. ¿Sabes qué es lo más divertido de todo esto? Castlevania te castiga por perder, si, así como te lo estoy diciendo. Cada vez que perdemos el juego aumenta su dificultad.
Luego de tanto sufrir, putear y renegar en la torre del reloj repleta de esqueletos, águilas y jorobados, finalmente nos enfrentaremos a Drácula. Una batalla donde Simon sale victorioso haciendo que el castillo se desplome y devolviendo otro siglo más de paz y armonía.

Castlevania II: Simon’s Quest
DESARROLLADOR: Konami
PUBLISHER: Konami
LANZAMIENTO: agosto de 1987

Estamos en el año 1698. Pasaron 7 años (uno solo para nosotros) desde la épica batalla donde Simon Belmont le voló la cabeza de un latigazo a Drácula trayéndole la paz a Transilvania, pero nuestro protagonista no la estaba pasando muy bien en ese entonces.
Resulta que el conde, antes de morir, le lanza una maldición a Simon haciendo que sus heridas no sanen, provocando que muera lentamente y a temprana edad. Por si no fuera poco, los monstruos y bestias de Drácula andan merodeando y arrasando a la gente de diferentes pueblos. Ahora nuestro héroe tiene que recolectar los restos de Drácula que están esparcidos por diferentes ciudades, llevarlas al mismísimo castillo del conde donde los prenderá fuego para terminar con toda la maldición que lo acecha a él y a toda Transilvania.
Simon’s Quest parece ser un juego parecido a su predecesor, pero es bastante diferente. Acá nos vamos olvidando un poco lo plataformero del primero sin dejar de lado los saltos precisos, convirtiéndose en una aventura de acción con toques RPG. Nos encontramos en un mundo semi abierto en donde hay que explorar, hablar con npcs que dan pistas para seguir con nuestra misión (donde varias veces dicen cualquier gilada o nos dan información falsa haciéndonos las cosas mucho más difíciles), comprar ítems para poder avanzar, subir de nivel, mejorar nuestro látigo y más chiches que nos cruzamos en los típicos juegos de rol de la época.
En este Castlevania ya no hay que estar rompiendo todo en el castillo de Drácula, sino que tenemos que ir dando vueltas por pueblos, cementerios, dungeons y mansiones. En estos pueblos vamos a encontrar aldeanos que nos van a ayudar a resolver algunos acertijos, solo que a veces (SIEMPRE) costará un poco encontrarle el sentido a los que dicen. Incluso nos van a vender objetos que serán de gran ayuda y en las iglesias vamos a poder curarnos. Sin embargo, cuando cae la noche, el pueblo es invadido por zombies haciendo que los habitantes se refugien cerrando por completo todos los edificios, algo así como pasa en Argentina. Las afueras de los pueblos están repletas de monstruos que son más fuertes y resistentes a nuestros golpes, aunque no todo es malo en la noche ya que es un buen momento para farmear corazones que dropean los enemigos cuando mueren ¿Y para qué sirven los corazones? Bueno… en Simon’s Quest SON DINERO ¿Por qué? Ni yo tengo idea, pero esa no es su única función, también sirven de experiencia para subir de nivel y como munición para algunas armas secundarias.
Las mansiones son las que guardan los restos de Drácula, protegidos por guardianes que van a tratar de impedir que lleguemos a las reliquias. Además, están llenas de trampas y pisos falsos que tenemos que revelar con el agua bendita, sí, porque ahora aparte de golpear enemigos sirve para romper el piso, una cosa de locos. Nuestro objetivo es encontrar al mercader que vende una estaca para luego usarla contra un orbe y poder llevarnos una parte del conde. Esta última podemos equipárnosla para obtener nuevas habilidades, por ejemplo, su costilla nos va a dar un escudo que refleja proyectiles, su ojo nos revela donde están los tomos secretos con pistas que están escondidos en las paredes, etc. Si tenías hambre olvidate porque ya no hay más pollito escondido, ahora toca leer. La verdad las mansiones no son la gran cosa, son repetitivas, no presentan un gran desafío y encima los jefes son un fiasco, así como lo es la batalla final contra Drácula.
SPOILER: SOLO HAY 3 JEFES EN TODO EL JUEGO Y UNO ES OPCIONAL.
Después de obtener todas las partes del príncipe de las tinieblas, nos cruzamos todo el país para llegar a las ruinas del castillo en el cual NO HAY NINGUN ENEMIGO, solo tenemos que subir y bajar escaleras como si nada. Al llegar al final reunimos las 5 partes de Drácula para “prenderlas fuego”. Esto se supone que va a liberar a Simon de la maldición, PERO NO, el tipo resucita y nos toca tener que matarlo otra vez. La pelea contra Drácula es MALISIMA, PESIMA, PAUPÉRRIMA, es el jefe más fácil de todo el juego. Cuando finalmente matemos a Drácula nos mostrarán una escena final que va a ser acorde al tiempo que hayamos tardado en completar el juego.
En el final malo ni Drácula ni Simon sobreviven. Este se desbloquea si terminamos el juego en quince días o más. Si lo completamos entre ocho y catorce días desbloqueamos el final normal donde Simon sale victorioso, pero muere de todas formas por la maldición. Y, por último, el final bueno se desbloquea si pasamos el juego en siete días o menos. Acá Simon derrota a Drácula y se libera de la maldición, siendo este el final canon.

Castlevania III: Dracula’s Curse
DESARROLLADOR: Konami
PUBLISHER: Konami
LANZAMIENTO: diciembre de 1989

En 1989 salió a la luz el tercer título de la saga de Castlevania para la NES, Castlevania III: Dracula’s Curse, que por lejos es uno de los mejores juegos de la franquicia, título en el que se basó la serie animada de Castlevania que se puede ver en Netflix la cual es una adaptación de la hostia y se las recomiendo al 100%.
Konami se dio cuenta que Simon’s Quest fue un embole y decidió retomar el estilo original del primer juego en donde vuelve la daga que no sirve para nada, el hacha, el agua bendita y los demás chiches para reventar a todas las criaturas de la noche. Hubo mejoras como controles más rápidos y precisos, diferentes rutas y nuevos personajes dándonos así distintos finales y rejugabilidad.
La historia nos lleva a 1476, muchos años antes de los hechos del primer Castlevania. Drácula junto a su ejército se estaban apoderando de Europa y los únicos capaces de frenar todo este quilombo eran la familia Belmont, pero estos habían sido exiliados de Valaquia, una región al sur de Transilvania, porque temían del poder sobrehumano que poseían. Sin embargo, la iglesia no tuvo otra opción y fue a pedirle ayuda a Trevor Belmont, el actual portador del Vampire Killer.
A diferencia del primer título, Dracula’s Curse no es una aventura lineal. El juego presenta un total de 10 niveles sin contar los diferentes caminos que podemos tomar al terminar cada escenario, lo que nos da un total de 15 niveles. Si bien hay diferentes rutas, todas empiezan en el mismo lugar y terminan en el castillo del conde Drácula.
En cuanto a gráficos, Castlevania III les pasa el trapo a las entregas anteriores. Lleva a la NES a su límite y podría decir que es uno de los juegos que mejor se ve en la consola de 8 bits. Gracias al cambio en la paleta de colores los escenarios, los sprites y los efectos visuales son una locura. Otra cosa que me encanta de este Castlevania es la variedad de escenarios que tiene, uno de mis favoritos es la iglesia. Ir subiendo y ver el vitral es uno de esos detalles que me fascina. Todo esto va de la mano con la música llena de ritmo que es espectacular, y es que sí, estamos hablando de Castlevania, ¿alguna vez viste algún juego de la saga con una mala banda sonora? No lo creo.
La dificultad depende del camino que elijamos (SPOILER: LA RUTA MAS FACIL NO ES FACIL, TODO EL JUEGO ES UN INFIERNO). Esto nos permite conocer a otros personajes que van a acompañarnos en nuestra aventura los cuales vamos a poder intercambiar con Trevor en todo momento. Estos personajes los podemos encontrar después de derrotar a un jefe en específico y se caracterizan por sus habilidades. Grant es un pirata que trepa parades, puede cambiar de dirección en pleno salto y usar armas secundarias desde el techo; Sypha es una sacerdotisa con hechizos elementales que nos permiten congelar o quemar a nuestros enemigos, y Alucard, que es el hijo de Drácula, tiene habilidad de convertirse en murciélago dándonos la posibilidad de pasar el nivel de una manera más fácil a costo de gastar corazones muy rápidamente. Lamentablemente solo podemos llevar a un solo compañero así que si nos encontramos con otro personaje tenemos que tomar la decisión de con quién quedarnos. Cada personaje tiene su historia, eso le da una rejugabilidad increíble y si queremos terminar el juego por completo vamos a tener que superar todas las rutas disponibles.
Luego de derrotar al conde Drácula aparecerá una secuencia final que dependerá de quién fue nuestro acompañante en la batalla final. También hay un final por terminar el juego sin ningún compañero. Además, luego de los créditos, el juego se va a reiniciar siendo mucho más difícil y agregando más enemigos, pero con la ventaja de conservar a nuestro último compañero. Si terminamos el juego solo, sin compañero, no nos vamos a encontrar a ninguno de ellos en el camino, lo que lo convierte en un verdadero desafío.
Hasta acá llegamos con el especial de la trilogía de Castlevania, una saga que marcó por completo mi infancia. Como dije al principio, me gustaría hablar sobre el resto de los juegos más adelante ya que Drácula estuvo rompiendo las pelotas por 942 años. Ojalá algún día Konami se ponga las pilas y le den ganas de revivir esta hermosa franquicia que desapareció en el 2014.

Gracias a PR Nordic por la clave de Konami Collector’s Series: Castlevania & Contra. Imágenes usadas cortesía de MobyGames.
¿Querés ver más sagas? Leé nuestro repaso por los primeros tres Resident Evil.

Redactor, fan de Castlevania y de Los Supercampeones.